La historia de la rana confiada
“Imagínate una cazuela llena de agua, en la que en su interior hay una rana. Mientras ésta nada, se está calentando la cazuela a fuego lento. Poco a poco el agua se va templando y la rana sigue nadando, le resulta agradable. La temperatura no deja de subir y el agua cada vez está más caliente, justo más de lo que a la rana le gustaría, pero sigue sin inquietarse, a pesar de que el calor le produce somnolencia y algo de fatiga.
Al subir más la temperatura, a la rana ya le va pareciendo desagradable, pero se encuentra sin fuerzas, así que se aguanta y trata de adaptarse. No hace nada más. La temperatura del agua sigue subiendo poco a poco, sin prisa pero sin pausa, hasta el momento en que la rana acaba hervida y muere sin haber realizado el mínimo esfuerzo por salir de la cazuela…
Seguramente que si se hubiera sumergido en una cazuela a 50 grados, ella misma de un solo salto se habría puesto a salvo…”
Impresionante, ¿Verdad?
Fábula de Olivier Clerc, escritor y filósofo francés.