Mª José Serna

Mª José Serna
Mª José Serna. Psicóloga Albatera. MVL 686 544 714 (Ilustración Alexandre Jansson)

viernes, 19 de diciembre de 2014

Marilyn Monroe

Trastorno histriónico de personalidad o cómo ser Marilyn Monroe

A medida que se ha ido indagando en sus memorias, alusiones de las personas que la conocían, biografías de todo tipo y análisis por parte de estudiantes y profesionales en psicología, principalmente del psiquiatra de Marilyn, Ralph Greeson, se ha ido desentrañado el marco psicológico de esta actriz de la cual se sabe que padecía trastorno histriónico de personalidad, un desorden emocional que tiene unos rasgos muy del estilo de la seductora Monroe.

Excesiva preocupación por la apariencia física, sensibilidad excesiva a la desaprobación, exuberancia en la demostración de la sexualidad y la seducción hasta el punto de no ser capaz de mantener una conversación con personas del sexo opuesto sin que exista el rol depredador – presa, baja tolerancia a la frustración, pensar que una amistad o relación es mucho más íntima de lo que es, ser fácilmente influenciable, búsqueda excesiva de aprobación exponiéndose como objeto de admiración, dramáticos cambios en el estado de ánimo.

Una necesidad enfermiza de ser constantemente atendida independientemente de  los medios que tuviera que utilizar para ello, ocasionando posteriormente depresiones y ansiedad debido a que aquello que conseguía – ser deseada por su atractivo físico – no se correspondía con lo que quería de sí misma – ser deseada por su personalidad -.

Este estado aumentaría en la década de los cincuenta cuando su matrimonio fallido con Arthur Miller, hizo que se evidenciara la realidad de una mujer que se valía de la promiscuidad para huir de sí misma, para ser admirada y para obtener la reverencia que no obtenía sin necesidad de llamar la atención utilizando un arsenal que se oponía a sus propios valores.

Desde un principio, quiso ser tenida en cuenta para que la tomaran en serio y, sin embargo, para ello se valió de su atractivo físico, hecho que si que consiguió que hombres de gran cultura se postraran a sus pies . Sin embargo, cuando ella era consciente de que su atractivo no radicaba en lo que ellos veían en ella como Norma Jean Mortenson sino en el mito sexual que era Marilyn Monroe, recurría a nuevas conquistas e infidelidades para llenar un vacío al que solo pondría fin una sobredosis de barbitúricos.

Curiosamente, ella siempre quiso ser recordada como una gran actriz y nunca lo conseguiría porque, si bien es cierto que, en su última época, consiguió cierto reconocimiento por su trabajo, su legado de mayor importanciaha sido un estereotipo, un “cliché social” que ha perdurado durante décadas y del que todavía no nos hemos deshecho.

La imagen de rubia y tonta que ella misma consiguió que se le atribuyera, jamás le hará justicia pero, obviamente, tampoco la imagen de superdotada que actualmente se quiere mostrar de ella; Marilyn Monroe fue, ni más ni menos, una mujer que padecía  graves carencias emocionales y que disponía de escasos recursos para huir de sus fantasmas pasados.

Murió antes de tiempo habiendo sido una actriz a tiempo completo que vivió para los focos y las miradas ajenas, mostrando su mejor sonrisa y aceptando las reglas del juego, mientras una Norma Jean Mortenson a la que no le habían permitido – ni se había permitido – madurar emocionalmente, soñaba con que cayera, de una vez, el telón y empezara la vida.

La mente es maravillosa.

sábado, 22 de noviembre de 2014

El cine como herramienta ilustrativa en la enseñanza de los trastornos de la personalidad.

Trastorno paranoide de la personalidad

A las personas con este trastorno se les puede describir como sumamente desconfiadas, creen que todo el mundo les quiere hacer daño, por lo que nunca bajan la guardia, siempre están a la defensiva, todo el tiempo están buscando comprobar sus hipótesis de que cualquier persona o cosa representa un peligro para ellas.

De acuerdo al DSM-IV para diagnosticar este trastorno se necesita:
A. Desconfianza y suspicacia general desde el inicio de la edad adulta, de forma que las intenciones de los demás son interpretadas como maliciosas, que aparecen en diversos contextos, como lo indican cuatro (o más) de los siguientes puntos:
1. sospecha, sin base suficiente, que los demás se van a aprovechar de ellos, les van a hacer daño o les van a engañar
2. preocupación por dudas no justificadas acerca de la lealtad o la fidelidad de los amigos y socios
3. reticencia a confiar en los demás por temor injustificado a que la información que compartan vaya a ser utilizada en su contra
4. en las observaciones o los hechos más inocentes vislumbra significados ocultos que son degradantes o amenazadores
5. alberga rencores durante mucho tiempo, por ejemplo, no olvida los insultos, injurias o desprecios
6. percibe ataques a su persona o a su reputación que no son aparentes para los demás y está predispuesto a reaccionar con ira o a contraatacar
7. sospecha repetida e injustificadamente que su cónyuge o su pareja le es infiel.

B. Estas características no aparecen exclusivamente en el transcurso de una esquizofrenia, un trastorno del estado de ánimo con síntomas psicóticos u otro trastorno psicótico y no son debidas a los efectos fisiológicos directos de una enfermedad médica.

Para ejemplificar este trastorno se sugiere la película Te doy mis ojos, filme español del 2003 del director Icíar Bollaín. El personaje de Antonio interpretado por el actor Luis Tosar, es al que se deberá prestar atención para comprender la personalidad paranoide, ya que le hace la vida imposible a su pareja, llamada Pilar y a su hijo Juan. Hay varias escenas impactantes que muestran como es un sujeto paranoico, una de ellas es en la que va Antonio, Pilar y Juan en el coche; (debido a las palabras altisonantes en el diálogo original entre los personajes sólo se va a parafrasear lo que dijeron) Antonio va quejándose de su hermano, de cómo se siente explotado por éste a raíz de que le ayuda a construir un chalet y cómo, según él, su hermano se aprovecha; entonces Antonio le pregunta a su esposa qué piensa, y ésta le contesta, “Nada”; Antonio le pregunta en un tono más exaltado, “¡Cómo que nada! ¿En qué estás pensando?”, y Pilar le responde de nuevo, “Nada”; entonces Antonio ya muy agresivo le dice, “¡Cómo que nada! ¡Pilar no me mientas! ¿Qué estás pensando que soy un fracasado porque me va peor que a mi hermano?”; Pilar le contesta, “No” y Antonio replica, “¿Cómo que no? ¿En qué estás pensando?” Pilar contesta, “Que no estoy pensando en nada”, a lo que Antonio responde parando el coche, “O me dices en que estás pensando o no nos movemos en toda la noche”. Unos segundos después Antonio siente muchas ganas de golpear a su esposa y para evitarlo él se baja y patea y golpea el coche varias veces, se nota el miedo y el terror de Pilar y Juan que aun se encuentran dentro del carro.
En esta escena se aprecia que la actriz Laia Marull, quien interpreta a Pilar, hace una extraordinaria actuación que nos permite visualizar que efectivamente la esposa no estaba pensando nada, de hecho se veía muy cansada y el que está obsesionado con que todo el mundo piensa mal y se quiere aprovechar de él es Antonio.

Los individuos paranoides viven en un estado de amargura y frustración constantes, del que culpan a los demás por sus continuas agresiones -siempre según su distorsionado punto de vista-. A medida que se sienten más solos, más hostiles y huraños se tornan, con lo que se produce un círculo vicioso por el que todavía reprochan más a los otros su situación y, en consecuencia, los demás se alejan en mayor medida. No sólo los paranoides están frustrados afectivamente -sobre todo, por ser ellos tan hostiles y espantar a los demás-, sino que también sienten rabia porque les gustaría destacar, despuntar mucho por encima de la gente. Esto es debido a un proceso de desapego o desvinculación afectiva fruto de sentir a los demás como enemigos: dicho de otra forma, sería como pensar que ellos no necesitan a nadie porque valen mucho más, y que además se vana vengar de los otros por haberles perjudicado tanto.

Esta película contiene muchas otras escenas en las que Antonio interroga cada una de las acciones de Pilar, hay mucha violencia doméstica y también se puede apreciar que a su vez Antonio sufre con su forma de ser; no es feliz, hace intentos por cambiar pero no lo logra.

Walter Riso dice que una de las formas de reconocer a un paranoide es que éste tenderá a menospreciar sus logros económicos y profesionales, para asegurarse de que no persiguen su patrimonio; su repertorio está lleno de “por qués” (en la escena sugerida el repertorio está lleno de, “¿qué piensas?”) tratando de entender las motivaciones de los demás; estará al pendiente de la actitud que toma su pareja hacia personas del sexo opuesto (coqueteos, miradas, insinuaciones), para evaluar si es fiel o no. Asimismo, la persona que sea la pareja del paranoide terminará sintiendo un vacío y tendrá la desagradable sensación de que dio más de lo que recibió.

María de los Angeles López Ortega.
Universidad La Salle Morelia. México

lunes, 27 de octubre de 2014

PAUTAS EDUCATIVAS FAMILIARES POSITIVAS







PAUTAS EDUCATIVAS FAMILIARES POSITIVAS.

LA CONDUCTA

Entendemos por conducta o comportamiento todo lo que hace el ser humano.Las personas estamos continuamente produciendo conductas, casi todas ellas son aprendidas.

Toda conducta está influencia o determinada por el ambiente en el que se produce. “Ambiente” es todo lo que nos rodea. Para el niño pequeño su ambiente es fundamentalmente: la familia y el centro infantil. Por lo tanto, estas dos ambientes influirán directamente en el aprendizaje de sus comportamientos y en su forma de ser. Puesto que la actitud de los adultos que rodean al niño es de suma importancia pretendemos en este documento exponer una serie de pautas que favorezcan la adquisición de hábitos y conductas adecuadas.

Consideraciones generales sobre la conducta
  1. *      Toda conducta que va seguida de una consecuencia que guste o interese a la persona que lo realiza (recompensa) tiende a repetirse.
  2. *      Cuando una conducta no obtiene recompensa (consecuencia agradable), tiende a extinguirse.
  3. *      La conducta que va seguida de consecuencias desagradable (castigos) tienden a extinguirse.
  4. *      La mayoría de las conductas se aprenden por imitación. Imitando lo que hacen o dicen otras personas.
  5. *      Los problemas de conducta sean del tipo que fuere no son otra cosa que maneras de reaccionar aprendidas con el tiempo. (los comportamientos de uno depende de las reacciones del otro).. Educar supone siempre influenciar el desarrollo de la personalidad del niño.

Aspectos que favorecen una conducta ajustada

PARA FAVORECER LA APARICIÓN DE CONDUCTAS AJUSTADAS, LOS PADRES DEBEN:

- Ejercer la autoridad ambos padres por igual.
- Tener coherencia:
ü  En la elección de las propias pautas educativas
ü  A la hora de premiar y castigar
ü  A la hora de mantener el castigo
- Ser constantes: mantener siempre las pautas elegidas. No hacer excepciones.
- Actuar de forma tranquila, equilibrada y relajada.
- Cumplir siempre las promesas y mantener los castigos.
- Prestar atención, interesarse, alabar y motivar a sus hijos ante conductas positivas.
- Favorecer siempre las conductas de autonomía.
- Explica a los niños las razones por las que tienen que hacer las cosas.
- Dejarles que se expresen y nos cuenten sus razonamientos.
- Demostrar nuestro interés por sus progresos.
- Ayudarle a resolver sus problemas.
- Acordarse de lo que sentíamos a su edad.
- Anticiparse a las llamadas de atención prestándole, en la medida de lo posible, una atención adecuada antes de que empiece su mal comportamiento.

Aspecto que dificultan una conducta ajustada

LOS PADRES NO DEBEN:

- Hacer uno de bueno y otro de malo.
- Contradecirse ni discutir delante del niño, sobre todo a cerca de la conducta Imponer castigos que sabemos que no se van a cumplir.
- Utilizar el castigo que tenga que cumplir cuando hace tiempo que ocurrió la mala conducta. --
- Aprovechad el momento en el que ocurren las cosas.- Prometer premios que no se van a cumplir.
- Fijarse solamente en lo que el niño hace mal.
- Considerar a su hijo como “pobrecito”.
- Ceder ante chantajes emocionales de los niños (niños zalameros,...).
- Considerar los problemas que presenta el niño como imposible de mejorar.
- Pedirles que hagan cosas que estén por encima de sus posibilidades.
- Ignorar las conductas positivas de nuestros hijos.
- Pretender llevar siempre la razón en los problemas que plantean los niños.
- Hacerles sentirse inferiores.
- Pensar que los niños tienen nuestros mismos intereses.

JUNTA DE EXTREMADURA. CONSEJERÍA DE EDUCACIÓN CIENCIA Y TECNOLOGÍA




miércoles, 24 de septiembre de 2014

ANÁLISIS SISTÉMICO DE LAS RELACIONES PERSONALES EN LA PELÍCULA DE BLANCANIEVES.

 BLANCANIEVES.

En la España de los años 20, el más grande de los toreros, Antonio Villalta y la más grande las folclóricas, Carmen de Triana, viven en la ciudad de Sevilla. Son una familia feliz que se irradia en la cara de sus personajes y con grandes planes de futuro. Durante la corrida el torero sufre una grave cogida y Carmen de Triana por la conmoción de la cogida rompe aguas y tiene a su hija Carmencita, muriendo en el parto.

Relación abuela- Carmencita:
Ante la ruptura de la estructura familiar de Carmencita por distintos hechos fortuitos en el mismo momento de su nacimiento, ésta pasa a tener una nueva familia reconstituida con su abuela materna. La relación entre la abuela y la nieta va más allá de la relación típica de abuelos-nietos, figuras cuidadoras y  transmisoras de valores, se convierte sin remedio en la figura principal, la que la cuida en sus necesidades materiales y emocionales. El papel de la abuela es fundamental en la vida de Carmencita, a través de esa relación la niña adquiere su propia identidad, la abuela la educa como la madre que nunca tuvo pero recordando que su madre tiene aunque sea de forma ausente un papel importante en su vida. Vivir estas experiencias junto a la persona  que más la quiere será siempre positiva, incluso siendo dolorosas,  mejorará su proceso de socialización.

Relación Carmencita-madrastra:
Lejos de querer usurpar la figura de una nueva madre, la relación entre  Carmencita y la perversa madrastra es una relación llena de celos por parte de esta mujer vanidosa y envidiosa, que la ve como una posible rival en belleza y en el amor que puede disputar frente a su marido, por ello la rechaza y la trata mal, con el fin de conseguir el poder en esta familia. En resumen, la malvada madrastra decidió que «muerto el perro, se acabó la rabia».
Aprendemos imitando, y dentro de este proceso de aprendizaje la comparación es un mecanismo sano para tener referencias externas de otras experiencias o de formas sociales novedosas o desconocidas y calibrar lo que estamos aprendiendo. Pero a veces la comparación puede ser autodestructiva porque impide el aceptarse a uno mismo. Comparándose uno no se siente ser lo que es, sino en referencia a los demás y tiene que ser “más que”, o se sentirá “menos que” por tener o no tener, por creer que se es o no se es.

Relación Carmencita-Antonio Villalta:
  Antonio rechaza mantener contacto alguno con la niña en el  mismo momento de su nacimiento. El dolor físico y emocional que sufre este hombre ante un acontecimiento dramático, la muerte de su mujer, hace que no quiera tener contacto con ella (esconde su cabeza como una avestruz), tal vez por culparla por la muerte de su amada o bien porque el mero hecho de verla día a día le recuerde de forma más intensa el dolor por la pérdida de su mujer, así que Antonio también aplica el refranero español: muerto el perro se acabó la rabia. Pero, como todo aquello que está sin solucionar busca un orden en la vida, la relación entre ellos vuelve a fluir cuando la chica regresa a su lado. Antonio parece perdonarse por haber renunciado al amor de su niña, recuperando el rol de padre aportando mucha felicidad. La niña, con una actitud positiva no pierde el tiempo en recriminar su ausencia durante toda su vida, sino que aprovecha la segunda oportunidad que le ofrece la vida en un intento de modificar su propio destino. Sellan una alianza que se generaliza a lo largo de la vida de la niña.

Relación Blancanieves con los enanitos:
La relación de la chica con el enanito más joven que suponemos que representa a mudito del cuento original, es muy fraternal por parte de ella. El chico está enamorado de ella pero de una forma platónica. El mayor de los hombre enanos, representado por gruñón, es un personaje como el del cuento que vive siempre de mal humor, a ella la ve como un extraño que puede hacer tambalear la relación que existe en esa pequeña familia compuesta por  7 miembros, que puede afectar a la consolidación del grupo, el caso es que es el único a quien no le hace gracia la presencia de la chica en el grupo. La pérdida de memoria es muy significativa, ante el dolor por la muerte de su padre y de forma también traumática hace que Carmencita olvide todo su pasado en un intento de protegerse de esa pena adquiriendo junto a su nueva familia una nueva identidad, la de Blancanieves. Son sus nuevos terapeutas de calle.

Podemos concluir la obra explicando la capacidad y el empeño de la niña en buscar la felicidad, primero durante su estancia con su abuela, luego recuperando la relación fraternal con su padre y más tarde aprovechando el encuentro fortuito con una pandilla de hombrecitos que ella acepta y se deja adoptar como un miembro más. El amor y la búsqueda de la felicidad son claves en la vida de esta chica, es capaz de generar recursos propios para salir fortalecida en situaciones complicadas. La clave está en tomarlas como un desafío que alecciona y estimula y no como una fatalidad del destino.
El cuento de Blancanieves de los hermanos Grimm es una narración que se corresponde con el mundo deseado, en el que sus personajes desdichados tienen que vagar para encontrar su suerte. La situación familiar que vive Blancanieves en el momento del cuento es muy cruda y es precisamente la imposibilidad de soportar esa hostilidad familiar es la que obliga a romper con lo cotidiano y a lanzarse al mundo para librar su propia aventura. En esa aventura se relaciona con personajes extraordinarios, los 7 enanitos, que están a disposición del personaje bueno, y cuya ayuda desaparece cuando ya han cumplido su misión. Los cuentos transmiten que las luchas contra las dificultades de la vida son inevitables, es parte intrínseca de la vida humana; pero si no se huye, sino que se enfrenta a las privaciones inesperadas, se llega a dominar los obstáculos y a ser victorioso.

Cuando llegamos al final del cuento esta chica tan luchadora no despierta de su sueño, sigue enclaustrada en su urna de exposición, y derrama una lágrima cuando el enanito mudito la besa, pero ¿esa lágrima que representa?: ¿la tristeza de no poder seguir luchando por su felicidad? ¿la renuncia a la lucha de la misma como en su día hizo su padre? O tal vez (y prefiero quedarme con ésta), la espera  de la aparición de un nuevo personaje extraordinario que le ayude a salir de esta nueva situación?


María José Serna Rodríguez.

sábado, 20 de septiembre de 2014

INVENTAMOS NUESTROS PROPIOS FANTASMAS

Alejandro Jodorowsky: Inventamos nuestros propios fantasmas. Esta es una vieja historia japonesa (donde aparece un acto de psicomagia):
“Al agonizar, una esposa le dijo a su marido: ‘Quiero que seas fiel a mi recuerdo. Si te casas con otra, mi fantasma vendrá a molestarte!’ El juró ser fiel. Cuando ella murió, guardó luto. pero al cabo de un año se enamoró de otra mujer. El fantasma apareció para decirle: ‘¡Te vigilo! ¡Sé lo que dices, qué regalos le das y puedo repetir las palabras con que la cortejas! ¡Te prohibo que la sigas viendo!’ Sintiéndose así vigilado, el pobre hombre no podía hacer nada. Fue a consultar con un monje. El monje le dijo: ‘El fantasma dice que sabe todo lo que haces. Entonces, la próxima vez que aparezca, toma un puñado de arroz y pregúntale cuántos granos tienes en la mano. Si te responde exactamente, es un fantasma de verdad. Si no te responde, significa que tú lo has inventado’. Cuando apareció el fantasma, el hombre le preguntó cuántos granos de arroz tenía en el puño. ¡El fantasma se disolvió!”
Creemos vivir libres en el presente y sin embargo estamos condicionados, maniatados, inhibidos por recuerdos. Estos recuerdos, impresos en nuestro cerebro, se nos manifiestan en la vida bajo forma de fantasmas. Creemos ver la realidad cuando en verdad sólo vemos imágenes de nuestra memoria. ¡Hay que desafiar esos fantasmas! Ver qué es real y qué es producto de nuestro miedo a desobedecer prohibiciones. No podemos ser un adulto cabal si no abandonamos esos fantasmas infantiles. Estos espectros interiores nos dicen a cada momento: “¡La vida es peligrosa, cuidado, huye, no la enfrentes tal cual es, disfrázala!”. Y es así como la mayor parte de nosotros, por temor al mundo, lo transforma en ilusiones, con mentiras, drogas, actividades superficiales, conciencia dormida. El monje de la vieja historia nos dice: “En tu puño tienes un número preciso, objetivo, de granos de arroz: debes saber cuántos granos tienes”, es decir, venciendo tu subjetividad, debes saber cuál es la realidad objetiva, afrontarla, trabajar en lo que amas, amar lo que haces y construir una vida verdadera, sin temor a ser lo que en verdad eres. Para vivir en el “mundo”, como dijo el filósofo Bertrand Rusell, tienes que aceptar que es horrible, horrible, horrible… Aceptando lo “horrible” del mundo, puedes luchar en él, sin huirle, comenzando a convertirlo en el paraíso que debe ser todo presente real.

jueves, 18 de septiembre de 2014

PALABRA DE HONOR

Cuando Kevin Elliott murió en combate hace cinco años, víctima de una emboscada de los talibanes en Afganistán, su mejor amigo Barry Delaney sabía lo que tenía que hacer.
Se vistió con un ceñido vestido de color verde lima y con dos calcetines rosas hasta la rodilla. Delaney se sirvió una copa de vodka solo, y brindó por su mejor amigo con la que fue la bebida favorita de ambos. ¿Pero cuál era el motivo? Tenían un trato, y Delaney solo esta cumpliendo su parte.
Tres años antes de la muerte de Elliott, hicieron un pacto: si Elliot moría en combate, Delaney se pondría un vestido para su funeral, y cuanto más chillón mejor.
El fallecido Elliott le había dicho confidentemente a Delaney que pensaba que nunca volvería de Afganistán. Le habló de las innumerables trampas explosivas y del enemigo, que parecía hacerse más fuerte cada semana.
El pacto había sido idea de Elliott después de que se le informara de que su unidad había sido destinada a Afganistán, contándolo para animarse a si mismo con algo de humor negro. Ambos bromearon sobre su funeral, y acordaron que el vestido debía ser tan brillante como fuera posible.
Durante el funeral de Elliott, nadie dijo una palabra acerca de la vestimenta inusual de Delaney.
Delaney dijo a la prensa:
“Había algunas cejas levantadas, algunas miradas, pero todo el mundo era consciente de la promesa que había hecho Kevin.”

 Delaney hizo todo lo posible para rehacerse, pero cuando se inclinó para preguntar Elliott si le gustaba el color del vestido, se desplomó, asumiendo que su mejor amigo no volvería a contestarle nunca.
Esta conmovedora historia nos recuerda que los verdaderos buenos amigos – los que harían cualquier cosa por su mejor amigo, no importa el qué ni lo embarazoso – son difíciles de conseguir, y valen su peso en oro.
Fuente: The guardian UK via 22 words

viernes, 12 de septiembre de 2014


 NIÑOS TIRANOS, EL SÍNDROME DEL EMPERADOR.

¿Vuestro hijo impone su ley en casa? ¿Imposible decirle que no sin que estalle en un ataque de ira? ¿Sus llantos y rabietas agotan vuestra paciencia? Puede que esté sufriendo el Síndrome del Emperador, un fenómeno cada vez más frecuente en el que se invierten los papeles: los hijos dominan a los padres.
Desde hace no mucho más de una década comenzaron a surgir en diferentes ciudades del mundo, niños que se erigieron como los jefes indiscutidos de la familia. Son quienes eligen qué se come, dónde se vacaciones, qué canal de televisión se ve, horarios para dormir y demás actividades de la familia. Amenazan, pegan, agreden psicológicamente a sus padres y parecen no haber desarrollado la empatía –habilidad para saber qué siente el otro- ni suelen experimentar las emociones morales como la compasión, amor o culpa.
Se trata de un fenómeno llamado “Síndrome del Emperador” donde los niños hacen de sus caprichos ley, y quien no obedezca, paga las consecuencias de sus agresiones y  tortuosos berrinches. Es un tipo de violencia ejercida de los hijos hacia los padres, donde los niños aprenden a controlar a los adultos, logrando que obedezcan y cumplan sus exigencias. Estos niños tiranos son también llamados “pequeños dictadores” dado el poder que adquieren en el seno familiar. Estos niños son fáciles de reconocer pues se caracterizan por ser egocéntricos y poseer muy baja tolerancia a la frustración que no pasa inadvertida. No parecen haber aprendido a auto-controlarse o auto-regular sus emociones.
Padres dudosos les enseñan a sus hijos –erróneamente- que todos los límites son negociables, permitiéndoles “pulsear” en todo, mediante berrinches, agresiones físicas o la infalible artillería pesada de estos pequeños tiranos: declarar a viva voz que sus padres NO son buenos padres o amenazarlos con dejar de amarlos. Como si fuese poco, colapsa el sistema educativo, pues estos padres que cedieron toda autoridad, no pueden ser el aval de la autoridad del maestro –como siempre lo fueron- dejándolos desamparados en la tarea de enseñar y educar –lo que implica poner límites-. Más aun, recriminándoles cuando les enseñan a los pequeños alumnos lo que no deben hacer.
Con todo, cuando estos niños alcanzan la adolescencia, consideran descabellado obedecer a sus padres, maestros o respetar adultos mayores y lógico que les obedezcan a ellos. Así  llegan hasta a agredir físicamente a sus padres. En efecto son numerosas las denuncias en comisarías por agresiones de hijos a padres. Las estadísticas demuestran que son las madres las principales víctimas de este síndrome y que el mismo pulula mayoritariamente en familias uniparentales.
Tanto desde la ingeniería como desde la psicología sabemos bien que el secreto está en invertir en buenos cimientos. Para tener niños, adolescentes y adultos sanos, debemos comenzar justo ahí, cuando todo comienza, en la primera infancia. Aunque pueda parecer difícil, es más simple y “económico” comenzar poniendo límites firmes, darles amor, permitirles que tengan frustraciones para que aprendan a tolerarlas, enseñarles a comprometerse y esforzarse en pos de sus metas. Los beneficios de los esfuerzos invertidos en esta etapa se cosecharán más tarde en la vida.
Los padres de hoy tienen mucho miedo a que los sus hijos les digan que son malos padres. Porque ellos mismos recriminaron a sus padres que no fueron buenos padres o que fueron muy malos con ellos. De ese modo, esclavos de sus palabras, hay algo que no se pueden permitir, y es justamente ser tildados de malos padres, pues estará la voz de la conciencia o de sus propios padres diciéndoles: “ tu tampoco eres un buen padre / madre”. Es como una especie de pacto inconsciente hecho con ellos mismos.
(Fundación Educación Emocional)

martes, 2 de septiembre de 2014

HINCHAZÓN: Relación emocional

HINCHAZÓN: Relación emocional

La hinchazón y el abotargamiento proceden del hecho que mis riñones no funcionan bien. Limitación es la palabra clave. Retengo todo lo que quiero para mí porque me siento bloqueado, limitado. Incluso mi mecanismo de pensamientos está “fijado”. Tomo tanto en consideración los sentimientos de los demás que hago abstracción de los míos. Tengo miedo de expresar lo que siento. Me siento sin poder y vivo melancolía, tristeza y un gran cansancio. Pienso que estoy destinado a fracasar, lo cual me impide ir hacia delante. Desarrollé un complejo de inferioridad y tengo mucho miedo. Puedo tener el sentimiento que la vida es muy injusta, viviendo un gran vacío interior y mucha melancolía. No puedo actuar para mí, demuestro pues mucha autoridad hacía los demás e intento tomar decisiones por ellos. Ya que escondo a todo el mundo lo que me molesta; tomo consciencia que me es urgente expresar mis necesidades. Acepto aprender a comunicar mis necesidades y comprendo que es posible hacerlo sin que la otra persona se sienta atacada. Autorizándome a ser yo – mismo, recupero la alegría de vivir y en consecuencia, un renuevo de energía. Mi comprensión hacia los demás se hace más grande porque me expreso y me comprendo mejor yo – mismo.

Las hinchazones de vientre se deben a una hinchazón de aire o de agua al nivel del estómago y de la barriga. Se vinculan a una frustración afectiva, al sentimiento de estar insatisfecho en el plano afectivo. Digo sentimiento porque es una creación de mi mental, la impresión cerebral que mi estómago siempre quiere más, que quiero aún más atención y afecto. No consigo realmente ver lo que la vida me da que sea tan bien. Verifico sinceramente en qué punto estoy realmente colmado afectivamente. Siempre es cuestión de percepción interior. Ahora estoy consciente que la vida me da exactamente lo que necesito en el momento presente. Acepto “ser” una persona sonriente, vivir y ver los lados bellos de la vida y quedarme abierto…
(Barcelonalternativa)



AUTOCOMPASIÓN


Autocompasión implica ser cálido y comprensivo hacia nosotros mismos cuando sufrimos, nos rechazan o nos sentimos inadecuados, en lugar de ignorar nuestro dolor o flagelarnos con la autocrítica. 

Cuando hay autocompasión reconocemos que el ser humano es imperfecto y así, con todos nuestros defectos, va a ser inevitable experimentar dificultades en la vida va, por lo que hemos de tender a ser amables con nosotros mismos cuando nos enfrentemos a experiencias dolorosas, en lugar de enojarnos cuando la vida no está a la altura de los ideales establecidos

La gente no siempre puede ser o conseguir exactamente lo que quiere. Cuando esta realidad se niega o se lucha en su contra, el sufrimiento aumenta en forma de estrés a través de la frustración y la autocrítica. 

Cuando esa realidad vital es aceptada con simpatía y amabilidad, se experimenta una mayor ecuanimidad emocional.



sábado, 12 de julio de 2014

MINDFULNESS

Mindfulness o atención plena es la conciencia del momento presente. 

Es vivir aquí y ahora. A través de la atención quedas libre de enredarte en el pasado y preocuparte por el futuro. El efecto de esta práctica es la paz mental.
Pero, ¿cómo mantenerse en contacto en “el aquí y ahora” si tu mente divaga de una lado para otro? La respuesta está en la “atención plena”. Parece difícil lograr este tipo de atención pero para eso vamos a exponer unos ejercicios con los que podrás lograrlo si practicas diariamente.

Los beneficios del Mindfulness abarcan muchas áreas:
  • Reduce las distracciones y aumenta la concentración.
  • Reduce los automatismos (nos ayuda a evitar hacer las cosas “sin pensar”,  o como se dice comunmente, a ir con el piloto automático)
  • Disminuye los efectos negativos de la ansiedad y el estrés, con resultados muy positivos sobre la salud física y psicologica.
  • Nos ayuda a aceptar la realidad tal y como es (nos centra hacia el momento presente, y evita que nuestra mente se vaya hacia el pasado – recordando vivencias que en realidad ya no podemos cambiar – o hacia el futuro – anticipándose a posibles cosas que pueden salir mal o preocupándose por cosas que todavía no han ocurrido – )

Estas técnicas mentales son especialmente cautivadoras debido a que son una excelente manera de aumentar nuestra calidad de vida.

Ejercicio 1: un minuto de mindfulness o atención plena.
Es un ejercicio de atención consciente relativamente sencillo en cuanto a su planteamiento. Se puede hacer en cualquier momento durante el día.
Dedica un momento ahora mismo para probar esto. Programa una alarma para que suene exactamente en 1 minuto. Durante los siguientes 60 segundos, tu tarea consiste en centrar toda tu atención en la respiración. Es sólo un minuto :) Deja tus ojos abiertos y respira normalmente. Seguramente tu mente se distraerá en varias ocasiones pero no importa, dirige nuevamente tu atención a la respiración.
Puedes practicar este ejercicio varias veces durante el día para restaurar tu mente al momento presente y proporcionarle un poco de paz.

Ejercicio 2: Observación Consciente.
Recoge un objeto que tengas a tu alrededor. Puede ser una taza de café o un lápiz, por ejemplo. Colócalo en tus manos y permite que tu atención sea totalmente absorbida por el objeto. Solo observa.
Notarás una mayor sensación de estar presente en “el aquí y ahora” durante este ejercicio. Te vuelves mucho más consciente de la realidad. Observa cómo tu mente libera rápidamente los pensamientos del pasado o del futuro, y lo diferente que te sientes al estar en el momento presente de una manera muy consciente.
También puedes practicar la observación consciente con tus oídos. Muchas personas encuentran que “escuchar atento” es una técnica de atención más fuerte que la observación visual.

Ejercicio 3: contar 10 segundos.
Este ejercicio es una simple variación del ejercicio 1. En este ejercicio, en lugar de centrarse en tu respiración, cierra los ojos y concéntrate únicamente en contar hasta diez. Si tu concentración tiende a dispersarse, empieza de nuevo en el número uno.

Ejercicio 4: señales de atención.
Centra tu atención en la respiración cada vez que una señal específica del medio ambiente se produzca. Por ejemplo, cada vez que suene el teléfono, rápidamente pon tu atención en el momento presente y mantén la concentración en la respiración.


Desarrollar y practicar esta técnica de atención tiene un inmenso poder relajante.

jueves, 10 de julio de 2014

Cara de bicicleta: Se trataba de una enfermedad ficticia que los médicos de la época se inventaron para disuadir a las mujeres de montar en bicicleta.

Labios demacrados, ojeras, ojos saltones, mandíbula apretada, rostro de cansancio… Esos eran los síntomas de un mal que acechaba a la sociedad europea a finales del siglo XIX: la “cara de bicicleta”, una enfermedad que podía afectar a quienes hicieran uso de sus bicicletas para desplazarse. Pero especialmente a las mujeres.

En la última década del siglo XIX y las bicicletas se volvieron instrumento del feminismo: las mujeres podían moverse libremente por las ciudades, más allá de sus hogares, y además, las bicicletas ayudaron a avivar el movimiento de la reforma de la vestimenta femenina, que buscaba eliminar las restricciones victorianas de la ropa –tanto exterior como interior- de manera que las mujeres pudieran vestir prendas que les permitieran participar en actividades físicas. Las mujeres fueron liberándose de los corsés y las faldas hasta los tobillos se sustituyeron por los rompedores pantalones bombachos.

Pero muchos hombres de la época no vieron con muy buenos ojos la independencia que la bicicleta estaba otorgando a las mujeres, tanto a nivel de movilidad como de pensamiento. De modo que algunos médicos empezaron a hablar de los perjuicios que la actividad ciclista para intentar evitar que el público femenino siguiera montando en bici; y se inventaron el mal llamado “cara de bicicleta”; la cara que se te queda por andar en bicicleta.

“La postura sobre la bici, el esfuerzo inconsciente de mantener el equilibrio y el sobreesfuerzo físico tienden a producir ‘cara de bicicleta’”, relataba el Literary Digest en 1895. “Un rostro normalmente enrojecido, pero a veces pálido, a menudo con labios más o menos demacrados, un comienzo de ojeras oscuras y una expresión cansada”, esas eran las consecuencias a las que se enfrentaban las mujeres –y también hombres, aunque en menor medida- que anduvieran en bicicleta. Es decir, lo opuesto a la tierna y adorable mirada que los hombres esperaban de una mujer a finales del siglo XIX.

Para algunos médicos, la enfermedad era permanente, mientras otros decían que, tras una temporada sin montar en bici, la “cara de bicicleta” acababa por desparecer.

Sin embargo, a medida que el nuevo siglo amenazaba con su llegada, muchos médicos empezaron a cuestionar públicamente esta enfermedad ficticia, destacando que la cara de esfuerzo de los ciclistas solo se daba entre los principiantes; pero que a medida que iban cogiendo práctica, lograban medir su esfuerzo muscular y adquirían una mayor confianza y agilidad sobre la bicicleta. Es más, hablaban de los beneficios que esta actividad física aportaba a la salud.

Y como no podía ser de otra manera, este cuento alimentado por los médicos de la época fue cayendo por su propio peso.

lunes, 7 de julio de 2014


Sé que Dios existe, pero no en la manera que crees. Dios es una energía cósmica, es el amor a tu cuerpo, a tus percepciones, a la naturaleza y a todo lo que se encuentra fuera de ti.

(Wilhelm Reich. Psiquiatra austríaco de orientación psicoanalítica).




Fotografía "El paraíso de los creyentes". Alberto Gracía Alix.
ANÁLISIS SISTÉMICO DE LA PELÍCULA: El fabuloso destino de Amelí Poulain.

Abre la película con voz en off citando diversas situaciones que se suceden al mismo tiempo en diferentes lugares de París, entre ellos en nacimiento de Amelí, una niña solitaria e introvertida, en una familia de clase media. Su padre Raphael Poulain fue médico militar y actualmente trabaja en un balneario, hombre distante de labios apretados que significa que tiene dureza en su corazón y su madre, fue institutriz, papel que parece no abandonar en la educación de su hija, mujer neurótica según apuntan sus tics faciales, una etiquetación realizada por la persona que narra esta historia.

Amelí vive con sus padres, en un ambiente privada de cariño, privada de contacto social con otros niños,  no acude a la escuela, es su madre la que se encarga de su educación por la creencia errónea de que la niña sufre una afección cardiaca por los latidos tan fuertes que golpean su pechito emocionado cuando su padre "se interesa por ella" una vez al mes. La relación del matrimonio está basada en un/os conflicto/s, una relación diádica triangulada, por lo que implican a Amelí para el encubrimiento. Amelí se crea su mundo propio, su mundo de fantasia donde a falta de contacto social con el exterior y con su propia familia. No tiene mascota, sino un amigo, su único amigo, un pez que le regalan sus padres y que "se hace" neurasténico debido al ambiente de la casa, como si fuera una enfermedad vírica que se contagia. El pez está tratando de alejarse de una situación de la vida que parece imposible de manejar y tras varios intentos suicidas debidos a los traumas emocionales,  "se toma una decisión": los padres deciden expulsar al pez de la casa en un intento de mantener la homeostasis familiar, eliminamos al miembro que les puede hacer salir de esa situación enfermiza.

La madre de Amelí, no exenta completamente de emociones, para aliviar su sentimiento de culpa por la expulsión del pez como miembro de la familia, compra una cámara de fotos a la niña. El vecino le hace creer que la cámara posee poderes que hacen que cause catastrofes, la niña "se da cuenta de su delirio" y es aqui donde comienza su primer acto de venganza para equilibrar su dolor, manipulando la antena de la tv para que éste no pueda ver un partido de deporte.

Poco después la madre muere en un accidente, una suicida que le cae encima, muerte disparatada como su vida. El padre se hace más ausente, sólo tiene un objetivo en la vida, mantener el mausoleo dedicado a su mujer. El aislamiento de Amelí es cada dia mas acuiciado, sueña con ser mayor, tal vez cumplir la edad para poder marcharse de casa, en un intento de solucionar su vida triste y sola, tal vez como su amigo pez.

2ª etapa de su vida: fuera de casa.
Trabaja en una cafetería como camarera, acompañada de otras personas repletas de cualidades donde la voz en off destaca las cosas que les gustan y las que no les gustan, como un intento de descripción de los personajes.
La dueña, una exbailarina ecuestre que pierde su pierna en un accidente en el circo. Odia la carne de caballo que le hace recordar el accidente y el amor que perdió. Gina, camarera del café, su abuela era sanadora y ella ha heredado ese gusto por la salud dedicandose a practicar el crujir de huesos en la gente del café. Hipólito, escritor fracasado que asume el papel que le ha tocado en la vida, conformista con su situación. Joseph, amante celoso y Giorgette que trabaja en la tabacalera de la cafetería y es hipocondríaca.

Su nuevo hogar...
Amelí vive sola en un edificio donde residen vecinos un tanto peculiares. Madelein Wallas, mujer viude sufridora de las infidelidades de su marido con la secretaria, que asume su desgracia al significado de su nombre, tal y como ella dice, predestinada a llorar, a ser infeliz, por ello no hace nada para salir de esa situación de eterna pena. También posee un pequeño mausoleo dedicado a su marido, la persona que la hizo infeliz, a igual que Raphael. El tendero, Colignon, un hombre cruel y grosero, que maltrata a su ayudante, Lisian, chico discapacitado y muy tímido; en realidad el tendero se ve reflejado sobre el chico, una persona sin capacidad para funcionar con autonomía, tal y como a él le ha sucedido en la relación con sus padres, la madre manipuladora propia de familia aglutinada siempre se ha adelantado a solucionarle los problemas al chico, incluso en la actualidad le controla la contabilidad de su negocio, llegando éste a desarrollar una dependencia con ella. Y Raymond, el hombre de los huesos de cristal, que no sale al exterior desde hace 20 años y que desde entonces se dedica a pintar imitaciones de los cuadros de Renoir.

Un día escuchando la radio una noticia se conmueve y encuentra por casualidad una cajita de recuerdos de un niño, aquí es donde Amelí tiene deseos de buscar al dueño de la caja con el fin de poder ejercer de hada madrina concededora de deseos. Comienza por buscar al hombre de la caja, un hombre que también vive en soledad, Bretotoau, y tras ese acontecimiento que provoca en este hombre deseos de solucionar situaciones pendientes en su vida, propias del ciclo vital como es el disfrute de su familia y de su nieto, pues como él mismo dice "de la infancia lo único que te queda es una caja oxidada" en un simbolismo que bien podría representar la reconciliación con su familia antes de que el termine también en una cajita como esa. Tras el éxito logrado, Amelí sigue en su búsqueda incesante de la felicidad en la persona de los otros. Consigue emparejar a la Giorgette con Joseph, alegrar la vida del hombre de cristal enviándole imágenes agradables del exterior de las cuales él está privado de disfrutar debido a su enfermedad, imágenes que le transportan, que le tranquilizan y que le animan. Ayuda a un ciego a cruzar la calle a la vez que le relata todo tipo de detalles por los que van circulando haciendo el paseo más agradable. Falsifica una carta de amor dedicada a la Susanne, viuda de el hombre infiel con el fin de que pueda también reconciliarse y perdonarle, mediante una carta que dicen haber encontrado en una saca de correos olvidada en los Alpes. A su padre, idea raptar al nomo y hacerle fotos en los edificios turísticos de grandes ciudades del mundo, favor que le hace una amiga azafata, con el fin de provocar algún cambio en la relación con su padre.

La relación de Amelí con su padre sigue siendo distante, éste sigue obsesionado con la reconciliación del nomo que representa su vida como médico militar con su mujer,  profesión que abandona cuando se casa. Hablan en conversaciones paralelas, tan solo coinciden cuando el padre vuelve a reprochar a Amelí que no han viajado por su afección cardíaca. Amelí sueña con una vida dedicada a ayudar a los demás, como la madre Teresa de Calcuta, y como su padre en la práctica d su profesión, sólo que a ella no puede ayudarle. Pero el extravío del Nomo empieza a dar sus resultados y el padre comienza a mover ficha en esta relación, se dirige a ella para preguntar por el nomo, ante la preocupación por la desaparición, hasta conseguir su autonomía con límites menos rígidos.

En la estación del Norte, medio que utiliza a menudo cuando visita a su padre, descubre a Nino, un chico del que se enamora. Las almas gemelas se encuentran después de haber tenido muchas cosas en común como una infancia privada de cariño, necesidad de tener un hermano con el que relacionarse, tanto es así que Nino podría haber empezado a crear un álbum de fotos encontradas cerca del  fotomatón de la estación tal vez en un intento de tener su pequeño álbum familiar. Comienza el juego para producir el acercamiento utilizando cono escusa el álbum extraviado, pero Amelí no se atreve arreglar su vida, este hada madrina sólo es capaz de estar al servicio de los demás. Destaco aquí la repetición de las miradas a Amelí a través del cristal de una ventana, de la cabina de teléfono, siempre protegiéndose del exterior, como simple observadora.
Es aquí en este punto de la historia donde el papel del hombre de los huesos de cristal se hace evidente como la figura del terapeuta. El hombre de cristal ayuda a Lisagne a mejorar sus habilidades sociales para enfrentarse con el tendero, anudándole a confiar en si mismo; y ayuda a Amelí a dar el paso en la búsqueda de su felicidad. Estando observando uno de los cuadros de Renoir pintados por Raymond, destaca la figura de una chica que mantiene un vaso de agua, comentan que ella mantiene una relación ausente, en lugar de buscar cerca de ella, comentan que quien se ocupará de los desarreglos de su vida, a lo que Amelí, que se da cuenta del mensaje del viejo, evita la conversación respondiendo que es mejor dedicarse a los demás que a un Nomo de jardín, justificándose en su respuesta. No es capaz de reconciliarse con el mundo sin antes reconciliarse con su padre.  Pero el viejo anima a Amelí a ser protagonista de su historia, no sin antes recordarle que la suerte pasa rápido y por eso las oportunidades hay que cogerlas sin dudar.  Raymond no puede soportar los golpes de la vida, de ahí la fragilidad de sus huesos, si no hace nada por su futuro, por su felicidad puede convertirse Amelí en una segunda Raymond Lefallè.

Así, Amélie, acaba felizmente en los brazos de Nino al que besa de la forma más delicada que se pueda imaginar.

La historia toca a su fin,
Nada de lo que ocurre en la vida, en las personas, en las cosas, ocurre espontáneamente. Todo tiene una causa, no hay causa sin efecto, ni efecto que no tenga una causa, en lo físico y en lo espiritual.


Y comieron perdices...

María José Serna Rodríguez.